La Gargantilla Imperial se remonta a tiempos ya pasados, cuenta la historia que una jovencita princesa de la corte real de Venecia querÃa asistir a las fiestas de su palacio, pero no le dejaban porque era demasiado pequeña.
Ella que no iba a rendirse buscó entre las tiendas las ropas más elegantes y extravagantes. SabÃa que no podÃa presentarse a la fiesta con algo sencillo porque si lo hacÃa la descubrirÃan. Asà que desde el primer momento sabÃa que debÃa ponerse algo impactante para que la gente se fijara en todos sus atuendos y no en su cara de niña jovencita.
Fue asà como buscando un aderezo para su fino y blanco cuello encontró a una artesana que trabajaba con los cristales más brillantes y preciosos que jamás vio está joven, cristales de swarovski, de bohemia, y checos.
La princesita eligio la Gargantilla Imperial, sabÃa que aquel dÃa además de destacar y brillar iba a triumfar.
Llegó el dÃa tan esperado y nada supo que tan solo tenÃa 13 años, todas las mujeres envidiaban su garganta y se quejaban diciendoles a sus maridos que cómo era que ellas no tenian semejante gargantilla.
Cuando la fiesta acabo, ya de noche, la princesista guardó su preciosa gargantilla en su joyero favorito y prometió que no volverÃa a ir a ninguna fiesta más hasta que no la presentarán en sociedad. Pero eso sÃ, irÃa exactamente igual de adornada que ese dÃa.